Hoy en día, las nuevas tecnologías para el tratamiento del vidrio entregan nuevas formas de utilizar este material en la arquitectura. Aplicado en interiores, específicamente en tiendas minoristas, el vidrio en sus diferentes texturas, colores, y niveles de transparencia pueden permitir la visualización de ciertos productos, ocultar áreas privadas sin obstruir el paso de la luz, y atraer la atención de los clientes como puntos focales, entre muchos otros usos.
Revisa, a continuación una selección de aplicaciones del vidrio en proyectos comerciales.
Textura: Privacidad, iluminación suave y productos camuflados
Las tiendas comerciales siempre presentan algún porcentaje de misterio. En sus vitrinas se exponen productos cuidadosamente seleccionados, pero el resto es insinuado para ser descubierto por el cliente. El vidrio texturizado puede generar estos efectos, e incluso es posible mezclar diferentes texturas en un solo proyecto para entregar un resultado aún más atractivo y complejo.
Utilizando vidrio curvo de doble acristalamiento, el proyecto Adidas Factory Outlet, diseñado por Wulf & Partner, está casi completamente envuelto en vidrio texturizado, cubierto con un recubrimiento térmico llamado Azur, que mejora su desempeño e incorpora un tinte azulado. A través de él, la luz se difunde de manera pareja en todo el interior, ocultando las vistas directas y funcionando como un suave fondo para los productos presentados.
En interiores, los vinos del Knickerbocker Hotel Bar, diseñado por Gabellini Sheppard Associates, aparecen misteriosos detrás de una pantalla translúcida, texturizada y "acuosa", que varía su color y brillo dependiendo de los elementos ubicados detrás de ella.
Brillo: Resaltar y atraer la atención
Al incorporar vidrios con sistemas de retroiluminación, los espacios comerciales pueden llamar la atención de posibles clientes de forma creativa, además de contribuir potencialmente al entorno urbano.
En el proyecto Pier 17 South Street Seaport (2017), diseñado por SHoP Architects & R. A. Heintges and Associates, se usó un cristal de canal tridimensional para alcanzar vanos continuos de hasta 6 metros, resistiendo los fuertes vientos de los ríos Hudson e East. Esta 'cinta' protege los niveles superiores y se convierte en una caja de luz que cambia de color, convirtiendo el edificio en un faro frente a la ciudad de Nueva York.
En el caso del Showroom Blu Dot de Standard Architecture, un edificio de 70 años de antigüedad ha sido remodelado e incorpora una pantalla de cristal difuso que atrae las vistas y bloquea la humedad. Su brillante 'volumen' superior ayuda a iluminar delicadamente los espacios públicos cercanos.
Color: Destacar objetos y elementos a través de un concepto y una identidad
El vidrio puede ser parte de la identidad de un espacio, incorporando colores reflejados, grabados, pintados, fijos o cambiantes a través de sistemas dicroicos. El color, sumado a la iluminación, puede resaltar aún más la presencia de una marca, y así atraer la mirada de los transeúntes.
Al variar su tono en su extensión, el vidrio de color rosa saturado utilizado en esta tienda ubicada en Row Hotel, Nueva York, diseñada por Gabellini Sheppard Associates, permite a sus visitantes descubrir poco a poco lo que hay detrás, pasando gradualmente de claro a completamente oscuro al caminar.
En el Hotel Knickerbocker, mencionado anteriormente, el color se expresa a través de un muro de privacidad compuesto por un material mineral de mica, cortado en ladrillos individuales, que le da un aspecto rústico a un área de exposición de objetos de arte, variando desde el dorado hasta los tonos cafés.